La peluquería
- Rosa, no saques las fotos del álbum. Si quieres mirarlas, bien, míralas, pero déjalas donde están. - Tía, si es que en el álbum no las veo bien. No te preocupes que luego las dejaré en su lugar. Dime una cosa ¿esta foto, cuándo fue? - A ver… sí, era el día de la inauguración de la peluquería. Mira que me costó trabajo conseguir que tus abuelos me ayudaran económicamente, pero al final, lo logré. Fue un día perfecto, todo en su sitio, todo perfectamente ordenado: los tintes, los cepillos y peines, los líquidos fijadores, en fin para que contarte…tenía una peluquería de ensueño y desde le primer día funcionó a las mil maravillas. La gente del barrio, como me conocía desde niña, fue viniendo. Es verdad que muchas mujeres lo hacían por curiosidad; probaban y como era tan moderna, quedaban encantadas. Los primeros seis mese s no paramos de trabajar. Yo, al principio, sólo tenía una chica para lavar el pelo, pero… creo que al segundo mes ya contraté